Ana Wortman – Germani/UBA
Entrevista con Rodrigo Paz (Indymedia)
2005
…Indymedia es la historia del grupo Indymedia Video, ¿no? ¿Qué es lo que los convoca, cómo se juntaron, cómo fue esa situación?
- A nivel personal me decís? ¿Sí? Bueno, yo estaba en ese momento cuando fue la crisis del 2001, en diciembre, trabajando, estudiando en la Escuela de Cine, la Escuela Nacional de Cine, ENERC, que depende del INCAA. En ese momento había como una situación conflictiva también en el INCAA, no se sabía qué iba a pasar con la planta docente, había un estado de movilización dentro de la escuela, asambleas de profesores, asambleas de alumnos, y como que en ese proceso, en determinado momento nos cuestionamos nuestro rol como estudiantes de cine en una sociedad que estaba estallando, que tenía movilizaciones permanentes, la emergencia de los desocupados, las marchas, la represión. Y entonces justamente como que se fue generando en esa asamblea de estudiantes un proyecto que denominamos Proyecto ENERC, nombre no muy feliz, pero era nuestra identidad como estudiantes dentro de ese ámbito también. Que trataba justamente de impulsar producciones, registros y proyecciones de material audiovisual que tuvieran que ver con el proceso de movilización. Ese fue un proceso súper complejo, dinámico, era una asamblea armando el proyecto, funcionó como asamblea. Fue como muy difícil lograr dar una continuidad. Sí tuvimos, en el impulso inicial, generar algunas producciones, como por ejemplo para mí la más destacable se llama “Compañero cineasta piquetero”, que en realidad es como una paradoja, en realidad es un video que no realizamos nosotros, estudiantes de cine, sino que lo realiza un chico que pertenecía al movimiento de desocupados Aníbal Verón, el movimiento de Lanús. Que fue una vez, la historia de ese video es bastante interesante, a mí me marcó mucho, al grupo al que pertenezco también, fue un momento de quiebre en muchos sentidos, se cuestionamiento de nuestro rol, como cineastas documentalistas de la crisis. Porque fue un recorrido que habíamos hecho, uno de los primeros recorridos a una villa, en Lanús, justamente donde trabajaba el MT de Lanús. Y bueno, en este recorrido uno de estos chicos, Tino, pide la cámara para irse un rato por el barrio y tener un registro de su barrio, y después nos devolvía. Yo no estuve, estuvo un compañero mío. Y bueno, se le prestó la cámara, se fue media hora, al rato vuelve, Diego, que es mi compañero, siguió filmando, haciendo entrevistas, qué sé yo, y después, en la casa de Diego, donde tenemos la isla, vimos el material, el bruto de la cámara. Y en ese bruto nos encontramos con esos 13 minutos que había filmado Tino, y que en realidad eran realmente un video, había construido un relato audiovisual súper potente, articulado, por momentos muy poético, con una voz en off, la suya, que iba explicando la historia del barrio, lo que iba filmando, las casillas, el desarmadero de autos. O sea, un video hecho en primera persona. Por una persona que nunca en su vida había tenido en su mano una cámara. Bueno, esto fue uno de los resultados del proyecto ENERC.
- Esa película la vi yo en Berlín, en el fin de semana sobre Buenos Aires y Río de Janeiro.
- Tal cual. Fue un quiebre muy fuerte. Aparte de ese video hicimos otras 4 ó 5 producciones, video informes, video ensayos sobre la crisis. Pero era un proceso muy caótico, había muchas discusiones, etc., y en realidad estábamos trabajando en un ámbito que lo que se trataba era de cine, estudiantes de cine, no tenía necesariamente un compromiso social o una conciencia política cada uno de los integrantes del grupo. Era como que ante el estallido, ante la toma de conciencia… lo que pasó en el resto de la sociedad en un punto, la crisis del 19 y 20 generó una crisis de conciencia social e individual. Entonces mucha gente con alguna inquietud decía yo quiero hacer algo, hagamos algo, había discusiones. Pero era un proceso muy complejo.
Desde el proyecto ENERC yo empecé a participar de lo que se llamó Argentina Arde. Proyecto ENERC, Argentina Arde, una de las cosas que hicimos con el Proyecto ENERC en ese marco fue hacer exhibiciones en Plaza de Mayo, llevábamos proyectores, pantallas, y proyectábamos cuando se hacían las movilizaciones, las marchas, de ese período.
En lo personal, a mí lo que me ocurrió fue que la crisis del 19 y 20 me marcó a fuego en un punto, yo había tenido una militancia social, y política también, y después, en los últimos años de la década del 90, como mucha gente, me fui decepcionando, corriendo a un costado. Entonces esta crisis me volvió a generar un montón de cosas, el estallido de las asambleas, de la movilización, a mí me convocó muy directamente. Entonces en Argentina Arde encontré que había un grupo, que se estaba armando, que era Indymedia Video. Y me convocan. Un amigo, como que me convocan a una reunión de nuevos integrantes. Y ahí es que me incluyo en Indymedia Argentina, en lo que en ese momento era Indymedia Argentina, un grupo de 25 personas totalmente sacadas, que sí, que había como una especie de pasión militante por generar contra información, por generar un proyecto de contra información radicalizada…
- ¿Eso fue en el 2002, más o menos?
- Esto, sí todo este proceso es enero, febrero, marzo, yo ingreso a Indymedia en marzo del 2002. Y justamente se me convoca para que trabaje en el área de video. Un poco por tordo este desarrollo que estábamos haciendo con el Proyecto ENERC. Y yo lo que encuentro en Indymedia es que a diferencia del Proyecto ENERC es que toda la gente que estaba ahí ya tenía algún grado de conciencia política, había un proyecto, había organización radicalizada, había como ciertas pautas y objetivos políticos mucho más claros y mucho más radicalizados. La discusión era abierta, de todas maneras, o sea, en Indymedia, en ese momento, participaban individuos de muchas tradiciones ideológicas: trotskistas, militantes del partido, ex trotskistas, algunos que se reivindicaban como anarquistas, otros más libertarios, algunos independientes. Es decir, una confluencia ideológica tiempo muy amplia, muy heterogénea, que en algún punto reflejaba también lo que estaba ocurriendo en las asambleas. Las discusiones y debates que se daban en las asambleas populares. Entonces era un ámbito súper interesante, porque había una discusión permanente, dinamizada y motorizada por un proceso de producción también permanente de contra información, por algo que en ese momento todavía era muy novedoso, que era el trabajo en red, y en redes internacionales, que en ese momento era algo que no estaba difundido demasiado. Entonces había muchísimos elementos nuevos, sumados a todo lo que se venía discutiendo, las viejas discusiones de la izquierda en Argentina, entonces era como una burbuja en algún punto de discusión y de acción y de producción en gran medida muy experimental. Que era una de las cosas que a mí más me gustaba, que era un lugar de experimentación. Tanto en el plano de la producción como en el de la discusión política, y organización misma del proyecto.
- ¿Pero eso todavía no era Indymedia Video?
- No. Se fue armando. Eso era Indymedia Argentina, que en realidad era un grupo de Buenos Aires.
- Una pregunta, yo quisiera volver un poco más para atrás hasta el momento que fuiste a las asambleas de los artistas, de Argentina Arde. ¿Eso fue en las asambleas donde había como 300 personas, las primeras de todas? Bueno, ¿qué pasó ahí, cómo se juntaron en Argentina Arde la gente que después se denominan Indymedia, cómo fue?
- A mí, me acuerdo porque una chica me lo señalaba, así como que se apropiaba de… me convocó una chica que conocí en la calle que me dio un volante. Ella me conocía, por un amigo, no sé qué vinculaciones, me dijo mirá, te doy un volante, de esta asamblea, y yo me acerqué por ahí. Al mismo tiempo dentro del Proyecto ENERC, o sea de nuestra Escuela, alguna gente también se había enterado de la asamblea de Argentina Arde. En principio yo fui individualmente, a ver qué era eso. Y a partir de ahí con otros chicos de la escuela que también fueron decidimos participar e integrar algunas actividades.
Esto era una vorágine de cosas, eventos, movilizaciones, represiones, en un mes pasaban seis meses en realidad. Esto era algo muy fuerte también, en nuestra percepción del tiempo, del grupo, pasó mucho. Como que era una vorágine de cosas, situaciones, relaciones, contactos que estallaban por todos lados hacia mil lugares, y la emergencia de muchos sectores o grupos que se estaban organizando…
- ¿Esas son las comisiones que se organizaron en Argentina Arde?
- Digo, Argentina Arde se estaba organizando por un lado, las asambleas populares por otro, los movimientos de desocupados que ya tenían un trabajo previo pero que en ese momento estaban también estallando. Y la circulación de gente, de contactos, de ideas, era caótica. No había canales (¿). La gente de los movimientos de desocupados te hablaban de Argentina Arde, “No, porque vino un fotógrafo de Argentina Arde”, y a lo mejor era de Indymedia. Eso pasa en Compañero Cineasta Piquetero, que llaman a una chica y le dicen “no, porque vino un compañero de Indymedia”, y en realidad era de Argentina Arde, Proyecto ENERC. Entonces era como una mezcla donde no había nada claro y nada estaba muy segmentado.
Pero bueno, sí, la convocatoria fue muy amplia, en principio. Después se fueron conformando las comisiones, dentro de la asamblea, y un poco lo que –no me lo preguntaste pero yo ya me adelanto- lo que fue generando el desgaste de la asamblea y lo que finalmente terminó como la erosión del espacio fue que justamente era una mezcla demasiado heterogénea a partir de convocatorias demasiado amplias. Entonces era una discusión horizontal, asamblearia, entre personas y sectores que tenían visiones a veces antagónicas acerca de qué era lo que había que hacer, cómo había que organizarse, qué plazos y qué metodologías había que adoptar, y eso fue generando conflictos internos permanentes que de a poco fueron desgastando a la gente y finalmente al proyecto. También hay que tener en cuenta que mucha gente de la que se acercó a Argentina Arde tenía como grados de experiencia militante, cortos, o bajos, mucha de la gente que estaba ahí, que integraba este volumen de 300 personas era gente más bien independiente con inquietudes políticas y sociales. Entonces esta falta de experiencia y de trayectoria militante también facilitaba el desgaste prematuro, a partir de discusiones, que son lógicas, que forman parte del proceso de construcción colectiva, mucha gente se ofendiera, lo tomara personalmente, en algún punto absolutizaran la discusión. Como que a partir de una diferencia, la diferencia era total. Esta es una visión personal. Pero creo que también pasó mucho en las asambleas…
- ¿Vos dirías que por eso después se formaron grupos más pequeños, más chicos, que esta meta...?
- Bueno, sí, me parece que es una lectura posible. Sí. Que de estas amplias convocatorias, masificadotas, en torno a proyectos poco claros y formas de discusión poco claras se generaran grupos de afinidad. O que los partidos o agrupaciones que ya estaban con proyectos muy claros lograran lo que en gran medida era su objetivo, que era sumar integrantes a sus organizaciones. Esa política, que fue muy cuestionada en las asambleas, también estuvo muy presente en las discusiones en Argentina Arde. Porque en un punto justamente eran incompatibles con el espíritu de una asamblea horizontal, donde debía primar la autonomía de los grupos en lugar de un proyecto totalizador, donde las comisiones decidieran… pero sí, un poco me parece que esa es la dinámica, que hay como un proceso de degeneración que tiende a convocar de nuevo como grupos de afinidad. Como que no fueron los partidos o agrupaciones que ya estaban, que eran previos a las asambleas y que continuaron después de las asambleas. Tal vez engrosadas, tal vez un poco más grandes. Lo que sí me parece que tuvo de positivo la participación de los grupos trotskistas o de izquierda más tradicional, fue… cómo decirlo. Era una de las cosas que yo reconocía como el aporte trotskista en Indymedia. Y que era como el planteamiento ideológico radicalizado. Frente a tantos grupos y personas independientes, sin formaciones políticas más acabadas, era importante tener algunos puntos radicalizados más sólidos. Y en torno a estos acuerdos, en Indymedia al menos fue eso, yo pasé por Argentina Arde para ingresar en Indymedia. Y en Indymedia en un punto se revivía la lógica de Argentina Arde. Porque era un espacio horizontal, asambleario, autoconvocado, no comercial, muy vinculado con el activismo internacional, con le movimiento antiglobalización por un lado, en donde también participaron muy fuertemente trotskistas, del PTS, con algunas incorporaciones anarco libertarias. Donde yo me sumo. En ese sector. Entonces había como algunos planteos ideológicos que eran la base del acuerdo. Y sobre ese acuerdo ideológico trabajábamos y superábamos los conflictos puntuales que se daban. Que fueron muchísimos.
- ¿Y cuando vos hablás de trabajar en red, tiene que ver con esto del activismo internacional?
- En principio, sí, sí. En Indymedia, sí. Nos generó una experiencia el trabajo en red, muy fuerte. Trabajar con colectivos de otros lugares del mundo, firmar propuestas de trabajo en común, desarrollar producción en común, para internet, sin que eso significara formar parte de un bloque, de un solo esquema organizativo, político. Sino que, bueno, justamente a partir de la solidaridad, del activismo, de ir encontrando en distintos sujetos un único movimiento en contra de la globalización, del capitalismo, etc., se podía generar algo. Y algo importante. Indymedia fue creciendo. Pero por ejemplo, una cosa que a Indymedia Argentina le aportó mucho, en ese momento, a la red internacional, por lo menos eso fue lo que nos devolvía mucha gente, y que nosotros usábamos explícitamente, también, era la conexión entre este activismo internacional, que se manejaba mucho a través de internet y de las nuevas tecnologías, etc., con las bases del movimiento social en Argentina. O sea, el proyecto Indymedia, político, explícito, fue volcar en internet y en los nuevos medios la realidad y las crisis de las organizaciones excluidas, que estaban como más oprimidas por el capitalismo y que no tenían acceso, no tienen acceso, justamente, a estas nuevas tecnologías.
Entonces nuestra tarea de contra información primordial fue, de algún modo, traducir, retratar, representar las luchas, las acciones, las miradas de estos sujetos sociales, los verdaderos sujetos de la crisis, a internet. Y ese fue un poco el matiz o el perfil que tuvo Indymedia Argentina, novedoso, en la red internacional. Esa fue la devolución que se nos hacía permanentemente. Y la producción de video, justamente el objetivo explícito que nosotros tuvimos en términos políticos como proyecto de contra información fue volver territorial, trabajar en un formato que puede ser territorial, todo el cúmulo de información y de miradas que circulaban por medios electrónicos en internet. Es decir, de alguna manera devolverle al medio social todo lo que nosotros estábamos trabajando en la red.
Digo video porque justamente permite a través de las exhibiciones, video debates, etc., generar un intercambio con una cantidad enorme de gente que participa del movimiento social, que es como el cuerpo del movimiento social en gran medida, en Argentina, y que no tiene acceso ni a internet ni a las cámaras digitales, ni al mini disc ni a nada parecido. Entonces dónde se producía el diálogo entre uno y otro, además de las visitas, los intercambios o la participación en eventos. Desde la comunicación cómo se puede potenciar que l agente participe. Era un poco eso, acercar la nueva tecnología utilizada por el activismo internacional, al movimiento social en Argentina.
Ese fue un objetivo explícito. En el área de video, el proyecto de video tenía tres patas fundamentales que se complementaba. Por un lado era la producción de contra información directa y urgente. O sea, producción nuestra de videos. Ir a una marcha, a una asamblea, a una fábrica ocupada, ir, como hicimos luego, al sur, con los mapuches, las comunidades indígenas, y producir directamente nosotros desde nuestra mirada, desde nuestra utilización de las herramientas videos de contra información. Para, justamente, integrarlos en el circuito internacional, darle esta salida.
La otra pata tenía que ver con la exhibición de estos materiales. Tener una política activa de exhibición y de difusión. Esto fue algo que ya estaba planteado en el Proyecto ENERC, que tiene que ver con esto de hacer exhibiciones en la Plaza de Mayo, etc. Que, esta es una visión mía, que estudio cine, y entiendo un poco la problemática del cine tercermundista y del cine documental particularmente, en una estrategia de desarrollo de este tipo de cine, los productores y los realizadores tienen que tener, en primer lugar, como prioridad uno, la difusión, y la exhibición. Si nosotros producimos y producimos, y nadie mira lo que producimos, estamos condenados a morir permanentemente, y a resucitar permanentemente. Pero las nuevas tecnologías nos permiten, justamente, muy rápidamente y económicamente generar estrategias concretas de difusión y de exhibición. Entonces nosotros como productores ya podemos encarar, como productores independientes, marginales, etc., espacios de difusión, de exhibición, y de esta manera ir generando un público. Al generar un público, activamente, obviamente que esto es parte de un desarrollo social general que nos excede ampliamente, pero tener este objetivo explícito para nosotros era muy importante. Para mí, particularmente, era central. Digo, crear un público lo que permite, en algún punto, es retroalimentar la producción. Si hay un público para nuestras producciones, cualquier proyecto que tengamos para volver a registrar, volver a producir, va a tener alguien a quien le interese, alguien que lo necesite, alguien que lo pida.
Entonces por múltiples mecanismos va fomentando un círculo virtuoso, por así decirlo. Un circuito de producción. Esto en términos estrictamente audiovisuales, más allá de lo que políticamente significa dar a conocer la lucha del movimiento de desocupados, de los mapuches, del piquete, de la asamblea, lograr que lo que estamos produciendo tenga una salida es salir del narcisismo muy independientoso, del autor, yo produzco porque quiero que se vea, y voy, registro, me comprometo con vos, que sos piquetero, a que me des tu tiempo, me des tu confianza, me des una cantidad de cosas, porque yo me comprometo a mostrar lo que vos me estás diciendo. Era fundamental para cerrar el proyecto de contra información en cuanto a video.
- ¿Cuánta gente era, o son, los de Indymedia Video?
- Mirá, es un proceso, en este momento hay como una disolución del proyecto, por un montón de factores que después si querés charlamos. Pero llegamos a ser 10 personas.
- Pero en las películas trabajaban 10 personas al mismo tiempo.
- No, no. De hecho hubo como distintas producciones.
- ¿Cómo decidían qué producciones iban a hacer? ¿O era la ocasión que decidía eso?
- En realidad en gran medida… como te digo, había acuerdos acerca de qué hacer.
- (¿) los movimientos sociales.
- Claro. Nosotros trabajábamos con el movimiento de desocupados, fábricas recuperadas y asambleas populares, esos tres sujetos.
- Pero por ejemplo si vos decidís ir a filmar los mapuches, perdés un montón de tiempo que podrías filmar otra cosa. Se deciden esas cosas, por eso te pregunto.
- Con autonomía, justamente. Cada persona decide qué proyecto le interesa. Porque de hecho el trabajo era voluntario, nadie nos pagó nunca por hacer lo que hicimos. Entonces si no partíamos de esa base, y al mismo tiempo no éramos un proyecto político tradicional, donde hay una línea programática que seguir para participar del proyecto. Cada uno aportaba, y en realidad el proyecto surge del aporte de cada uno, y cada una. Y en ese sentido, justamente, creo que la línea, en todo caso la decisión sobre qué se hacía y todo lo que se iba llevando alrededor tenía que ver con la capacidad de trabajo, la voluntad de trabajo, el tiempo disponible. Era como que lo que empujaba al grupo tenía que ver con un impulso que cada uno o cada una de los integrantes tenía. Y la manera de trabajar, también, había gente que trabajaba sola. Como esta chica, Marcela, esta chica que comentaba, que ella por ejemplo trabajaba sola sus videos. Convocaba gente, pedía la cámara, un miniDV, que teníamos con una donación. Era como una circulación muy libre y espontánea. La voluntad de trabajar, y de sacar proyectos. Después, obviamente, estaba la discusión de si eso iba con la firma de Indymedia o no. Ahí en todo caso es donde se iba a cerrar la discusión de si ese proyecto es colectivo o no.
- Pero lo firmaban con Indymedia.
- Bueno, éramos parte del grupo. Y el tercer punto del proyecto que teníamos en Indymedia era la formación de protagonistas del movimiento social en técnicas y herramientas audiovisuales. Nosotros pensábamos que, justamente, como es un poco el slogan de nuestro sitio, mucho tiempo: cada persona es un corresponsal. Una traducción de un slogan o una máxima que en realidad impulsó a muchos documentalistas y activistas del periodismo y la comunicación el América Latina. Darle voz a los que no la tienen, otra máxima que se relaciona directamente. Entonces, si ese era uno de nuestros principios organizativos y políticos, había que llevarlo a la práctica. La manera de hacerlo era generar los talleres de formación, de capacitación y de producción con gente de movimientos sociales. Eso se llevó adelante directamente con gente del Aníbal Verón. Que en ese momento era Aníbal Verón, y después…
- Que es una escuela…
- El movimiento de desocupados Aníbal Verón. Y lo que hicimos, les cuento, fue un proceso súper interesante que habla un poco de este proyecto puesto en marcha. El 26 de junio de 2002, organizamos la cobertura, desde Indymedia, de todos los piquetes que iban a bloquear los accesos a la Capital. A mí me tocó ir a la zona de Avellaneda, trabajar con todo lo que es el sector sur. Otros compañeros fueron al norte, al oeste, etc. Eso sí, por ejemplo, se discutía, se organizaba el programe de cobertura y dividíamos: yo tengo cámara, voy para allá, vos tenés cámara, lo pautábamos previamente. O tratábamos de hacerlo. A mí me tocó el sur. Entonces con la cámara terminé registrando lo que fue la represión en el Puente Pueyrredón. La masacre. Fijate cómo fueron las cosas: estaba ese registro, otro compañero, con una chica, que trabajaba en el MTD, justamente, filmaron otra parte de la misma represión, empezó a haber como un material bruto de la represión. Resultó ser que un compañero mío de Indymedia, Sebastián Hacher, había hecho una entrevista a Darío Santillán, con un chico de Indymedia Nueva York hacía, en ese momento, dos meses. Entonces había una entrevista filmada con Darío, que era una de las víctimas de la masacre.
(archivo Indymedia1)
Bueno, inmediatamente los movimientos de desocupados frente al bombardeo mediático, tiroteo entre desocupados, todo lo que fue la campaña de prensa para criminalizarlos, y el CER que los censura, los movimientos de desocupados en un punto nos empezaron a demandar, lo antes posible, que produjéramos algo. Entonces nos internamos, con algunos compañeros de la Escuela de Cine, del Proyecto ENERC, a hacer un video urgente. Entonces a 20 días de la masacre se presentó Piquete Puente Pueyrredón, que es una de nuestras primeras producciones como Indymedia. Que incluía la represión, la entrevista con Darío, imágenes de recorridos por los barrios… todo esto de material de archivo, y se armó este video. A todo esto para eso llegó vía avión un miniDV con la entrevista con Darío desde Nueva York, desde Indymedia, triangulando con un chico que había hecho un registro pero que era de Nueva York.
Entonces se arma este primer video que se exhibe, nosotros montamos un proyector, el 26 de julio, a un mes de la masacre, cuando se hace el Festival contra la impunidad, pidiendo juicio, a la justicia, que hubo una movilización enorme, hubo una feria de actividades gigante, como que también fue una feria donde se mostró la explosión de producción contracultural que había en ese momento. Todo lo que era el activismo de la contracultura. Y sus vínculos con el movimiento social. Eso fue el 26 de julio. Con ese material, ese video circuló por todos los movimientos de desocupados, sigue circulando hasta hoy, porque también a la gente que se iba sumando al movimiento había que mostrarle la historia del propio movimiento. Y quién había sido Darío. Entonces cumplió una tarea de formación, de integración, dentro del mismo movimiento. Al mismo tiempo ese video circuló por toda la red Indymedia, por todo el mundo, dándole justamente una imagen muy clara a un montón de activistas en resto del mundo acerca de qué estaba ocurriendo en Argentina directamente, con los grupos represivos. Y quién era Darío Santillán, que era un mártir del movimiento social.
Pero bueno, fue re interesante. En realidad Compañero Cineasta Piquetero se había filmado dos meses antes. Dos meses después la masacre y el video de contra información de urgencia. A partir de ahí, no me acuerdo en qué momento, pero empezamos a hacer un taller de información audiovisual con gente de algunos movimientos que quisieron integrarse al proyecto. Querían incorporar, porque el verse a sí mismos en el video, empezar a generar debate, etc., mucha gente del movimiento en un punto creo que le despertó la lucecita acerca de la potencialidad del video, despertó ganas también de trabajar con video, con foto, eso también pasaba mucho. Y entonces ahí empezamos a hacer un tallercito. Que terminó el 26 de junio de 2003 en la pernoctada que se armó justamente en el primer aniversario de la masacre. Que los movimientos organizaban la noche previa una pernoctada, velando, por los caídos, una cosa más íntima o interior del propio movimiento, previo a la movilización del 26 de junio del año siguiente.
Entonces se armaron grupitos, que trabajaron en video, se armó como un fotomontaje y se exhibió el material. Todo esto lo que va generando, las discusiones, la capacidad de tener voz, de ser emisor y de comunicar desde tu visión y desde tu lugar, también dinamiza mucho la discusión acercad e cuál es tu identidad como grupo, como sociedad, como individuo, la discusión política… te obliga a reflexionar mucho, y eso es algo que era muy interesante trabajar. Qué opinaba cada uno, la doña, el don, hacer la entrevista, pensar la entrevista, te obliga a conceptuar y a cerrar un montón de temas. Entonces ese proceso se daba a través de los talleres de formación. Que fue un resultado, una conclusión que a mí me pareció fascinante: cómo el taller de formación en sí mismo genera el debate político y la profundización de algunos temas.
- ¿Y los que dirigían los talleres son estudiantes de cine?
- El tallercito lo coordiné yo con una compañera, Verónica, y era muy chiquito, éramos 12 personas, 15 personas, y eran tres grupos. Entonces lo que se armó fue tres consignas en torno al 26 de junio. Cada grupo tomó una consigna y trabajaba sobre ese tema. Un fotomontaje. Entonces se hizo una búsqueda de fotos, de audios, etc., y se armaron breves relatos o muestras sobre los tres temas. Que eran: Memoria, Solidaridad y Trabajo. Esos tres temas, aglutinados, formaron la muestra del 26 de junio. La verdad que fue muy emocionante.
Posterior a eso se siguió trabajando, otro compañero, Tomás, que empezó a trabajar mucho en Indymedia, Buenos Aires, empezó a laburar, de hecho se integró al mismo movimiento, ahora forma parte del movimiento, empezó a laburar mucho el área de prensa. Entonces él un poco continuó con la mística de este proyecto, y se pudo conformar un grupo de video de la Aníbal Verón. Entonces para el segundo aniversario se armó un grupo, yo colaboré, me sumé un poco sobre el final, aunque iba colaborando, y armamos como un tallercito de guión y de edición, básicamente. Entonces los compañeros y las compañeras recolectaron material de archivo, de video, de alguno de nuestros materiales, otros que tenían ellos, materiales de Argentina Arde o de muchos grupos, se armó como un archivo, ellos visionaban el material, y armaron un guión. Y con ese guión finalmente fuimos a la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, a una isla que nos prestaron, y se hizo la edición. A nivel técnico operaba yo, pero la edición la hacíamos en conjunto, estaba todo el equipo trabajando, yo operaba. Porque ya es más complejo, un proceso como más difícil. Y terminó generándose un video que se llama No olvidamos. 26 de junio de 2002, no olvidamos. Un video que a mí me emociona, me llena de lágrimas. También de nuevo está planteado en primera persona, con una voz en off, de uno de los chicos del grupo de video, que va narrando qué fue lo que ocurrió el 26 de junio, y todo lo que no ocurrió después, la falta de justicia, la lucha contra la impunidad, los escraches, etc., hasta el día del 26 de junio de 2004. y ahora, que es cuando se va a hacer el juicio por la masacre, en mayo, estamos planteando hacer un registro de los juicios, o continuar con eso.
Todo esto acompañado con exhibiciones en los barrios, todo el tiempo estar mostrando los materiales, mostrar esos materiales, otros materiales. Entonces ahí se ve muy claramente esto que decía, por un lado producción, nuestra producción, talleres de formación que vayan generando producciones propias, desde su mirada, desde su lugar, y un trabajo permanente en exhibición que es lo que potencia en realidad estas dos cosas, que haya producción y que haya formación.
Y este es un poco el proyecto de Indymedia Video, cómo se fue desarrollando. Después trabajamos con otros sectores.
- ¿Por ejemplo?
- Y, yo, particularmente, con mapuches, me fui, ahora te cuento bien. Otra producción que fue muy importante para el proyecto fue Bolivia, cuando logramos que algunos compañeros fueran hasta Bolivia en Octubre, y en febrero también, y generaron una producción de video de contra información sobre lo que estaba pasando en Bolivia. Que de hecho fue muy fuerte para el colectivo, porque era una producción internacional, digamos. Y los fondos para organizar todo eso llegaron desde otros Indymedia del mundo, de Grecia, me acuerdo de Grecia, de otros países.
Entonces fue como una experiencia, en muchos sentidos experimental el trabajo, fue una experimentación. Quién hubiera pensado que desde Grecia o desde no sé dónde nos iban a mandar plata para que un compañero se fuera a Bolivia a hacer un registro de lo que pasó, y que eso volviera, y se hiciera un video, y que ese video volviera a circular. Eran cosas que… imaginables pero no previstas.
Y con los mapuches, también, con la organización Once de Octubre que empecé a trabajar, también, de nuevo, fueron activistas de Italia, concretamente, que desde hace varios años estaban en una campaña contra Benetton, entran en contacto con esta organización, 11 de Octubre, que una de sus unidades integrantes había sufrido un desalojo de parte de la multinacional. Entonces entran en contacto entre los dos, casi a pedido de la 11 de Octubre, de acuerdo con los activistas, deciden impulsar la producción de un video para potenciar la discusión del caso, etc., entonces viene una chica, Florencia, les dice a los de Italia que se pongan en contacto con nosotros, conmigo, un poco a partir de todo lo que ya estábamos haciendo, me convoca a mí para que participe en este grupo. Una cosa interesante justamente de cómo se va transformando la experiencia de Indymedia en la Argentina. Porque la convocatoria no fue para Indymedia, fue para mí, particularmente, por lo que yo venía haciendo, la experiencia, etc. Yo convoco a una compañera mía de la escuela de Cine pero que no estaba trabajando en Indymedia. Y Florencia terminó convocando para hacer sonido a una chica que estaba trabajando en la red de Corresponsales de La Tribu. Como algo nuevo. Todo el tiempo… a eso llamo yo trabajo en red. Ir generando contactos, enlaces, relaciones, pero no a partir de estructuras previas o proyectos cerrados previamente. Hay como una especie de autonomía permanente que va generando consensos o disensos permanentes a partir de los cuales se generan hechos concretos. Todo esto, siempre, con un alto nivel de discusión, de conflicto, con el cual fue muy difícil aprender a convivir. Creo que terminó siendo la manera de construir Indymedia.
Bueno, terminamos yendo, Indymedia aporta un poco de dinero, en ese momento había una masa de dinero que nos habían donado, Florencia y la red de activistas de Italia, donan una masa de dinero para la producción, Jean Jordan, que es un activista de Inglaterra, que vino con Naomi Klein cuando estuvo acá haciendo la película sobre Zanón, nos presta una cámara, yo llevo la mía… Como que todo el tiempo una producción en ese sentido, de coproducir... Vamos al sur, para mí era una problemática totalmente desconocida la de los pueblos originarios, tenía información pero no más allá de la que se recibe en el secundario, etc. Y en realidad, justamente, la problemática de pueblos originarios no estaba todavía difundida, de una manera como está ahora. Se logró después de 2 años de trabajo. Esto es simultáneo, interesante, a la conformación de un colectivo en Indymedia, que se llama Pueblos Originarios. Que trabaja también, básicamente con internet. Entonces fue como simultáneo, por un lado yo me voy a hacer este video con un grupo que se llama Gente de la Tierra, que ese fue el nombre que le dimos a nuestro grupo, y la aparición de Pueblos Originarios en Indymedia. Allá en el sur me encuentro una realidad súper compleja, era como una improvisación la producción del video, era como una investigación. Por suerte había un contacto previo, nos encontramos con Hernán, que es un compañero que estaba trabajando con la organización hacía varios años. Es un chico que había trabajado en la Biblioteca José Ingenieros, una fracción libertaria, anarco libertaria, y que hacía varios años que tenía un grupo de apoyo y luego se fue a vivir finalmente al sur. Hernán finalmente ingresó a Indymedia al Colectivo Pueblos Originarios, y hoy es una de las personas más activas dentro de ese espacio. Así que se armó ese video, a partir de un pedido de la organización se genera un video de contra información, es nuestro video, pero también es de ellos, nuestro objetivo siempre es que la organización tome el video como propio, y eso lo logramos, y el video circuló. Y yo seguí trabajando con esa temática, y hasta el día de hoy es un proyecto que estoy tratando de llevar adelante. Un poco desarrollando justamente la misma estrategia. Producción propia, talleres de formación y capacitación y procesos de exhibición y de difusión permanentes. Como ese triángulo he trabajado en este momento en la realidad de las comunidades mapuches, que es distinta a la del movimiento de desocupados, además de que yo vivo a otra distancia.
Pero es un proceso un poco más largo, más complejo, requiere más financiamiento, más difícil. Ahora, este proyecto yo ya no lo desarrollo como Indymedia, este es un poco mi propio desarrollo, con otra compañera…
- ¿Y los otros integrantes de Indymedia también hacen sus propios proyectos?
- Sí. Porque eso es justamente lo que te estaba mencionando. Un poco la dinámica de construcción de Indymedia el proceso se está viviendo a la inversa de lo que se vivió en el Primer Mundo, los Indymedia que surgen en Europa y en Estados Unidos, América del Norte. Donde en realidad los grupos de comunicación alternativa son como pre existentes a Indymedia. Entonces Indymedia lo que hace es generar un lugar de confluencia y de potenciación, y rearticulación y aparición de nuevos grupos. En Argentina es distinto. No es que no había grupos de comunicación alternativa, estaba Radio La Tribu, estaba el proyecto de Redacción, ahora no se me ocurre… Radio Aire Libre, en Rosario… Pero no eran muchos, no trabajaban necesariamente con internet, no como formato principal, no existía el video como forma masificada de trabajo, o sea, no estaba la explosión de las nuevas tecnologías como ya existía en Europa y Estados Unidos. Entonces las nuevas tecnologías son un factor de multiplicación de este tipo de proyectos, sin duda.
Entonces Indymedia en Argentina, en algún punto, justamente, es una extrapolación. Nuevamente en Argentina importamos un proyecto con un formato. El sitio lo importamos. Lo que es el formato y la manera de trabajar de Indymedia es algo que vino del primer mundo. Nosotros todo el tiempo hicimos un trabajo de recepción crítica, de la herramienta y del proyecto. Y en esto tiene que ver esto que estaba comentando. La radicalización de Indymedia Argentina, con el proyecto de contra información, en términos políticos e ideológicos, y el proyecto de vincular desde el primer momento, desde la fundación de Indymedia en Argentina, al proyecto Indymedia con el movimiento social real. Que son los sectores excluidos, oprimidos, etc. El concepto Indymedia en Argentina se funda en el primer instante con la integración del proyecto de contra información con el movimiento social real. Que no quede una superestructura de grupos intelectuales o artísticos, de clase media, que tiene acceso a la tecnología, como volcando una mirada parcial sobre la realidad, sino que se funda, se integre. Y en ese sentido generar un laboratorio de experimentación, también, en comunicación y en política. A partir de la comunicación se potencia el cruce de sectores sociales que de otra manera quedan un poco segregados. Entonces nosotros hacemos esa recepción crítica de lo que es el proyecto Indymedia.
- ¿Qué es para vos, el nuevo cine documental argentino? ¿Cuáles son las características nuevas del cine documental argentino? Eso me refiero a dos cosas, una vez la comparación con el cine de los años 70 y también con los grupos que se formaron en los 90, Alavío, Boedo… Cine Insurgente.
- Es una pregunta compleja, amplia. ¿Qué es para mí el cine… cómo dijiste?
- Documental, uno lee esa frase en el internet y muchas veces no puede imaginarse bien qué es.
- Bueno, como toda definición en este ámbito, una manera de nombrar algo que en realidad es dinámico, un proceso que no terminó de cerrarse y que tiene muchos puntos de partida. No creo que haya *un* nuevo cine documental. Como no creo que existió nunca el cine piquetero, que fue, en algún momento, la manera de llamar al nuevo cine documental argentino. En Berlín, por ejemplo, se hizo esta muestra, famosa, que impulsó el Cine Insurgente, de Cine Piquetero, que era un revuelo, los piqueteros estaban a full y de repente Cine Piquetero era como el colmo, en Berlín. Pero me parece que potenciado por un fuerte snobismo de sectores europeos. Realmente esas dos palabras pegando juntas en Berlín sonaban provocativas. En ese sentido creo que lograron un objetivo, darle una visibilidad a la aparición de un nuevo cine, o video, que es cierto que hay un nuevo tipo de cine. Me estoy como mareando.
- ¿Pero qué es, exactamente, eso nuevo del nuevo cine?
- Yo creo que tiene que ver con un cruce de las nuevas tecnologías con los nuevos sujetos sociales. Y el sujeto cineasta o documentalista. Que utilizando las nuevas tecnologías para trabajar sobre los nuevos sujetos y los nuevos y viejos conflictos. Yo creo que ese es el cruce. Primero, porque exceptuando Boedo, que hizo una película en fílmico, el resto de los grupos trabajan todos en video. O sea que de cine tienen lo que hereda el video del cine, todo el video, no solamente el video activista. Y porque para mí cada vez es más claro que el video es otro formato, es otra tecnología. Esto es algo que hace dos o tres años todavía estaba en discusión, incluso estaba este fetichismo por lograr que el video alcance el grado de nitidez de la imagen fílmica. Que en realidad es como un falso debate, porque en realidad ese grado de nitidez responde a una estética también, a la estética naturalista. Entonces no es que la imagen fílmica tenga esa nitidez por obligación. Hay una estética del cine que trata de alcanzar esa neutralidad de la imagen. No todos los cines lo buscan. Pero volviendo, para mí, el video es una nueva herramienta, es un nuevo formato. Entonces para mí no hay un nuevo cine, en todo caso “nuevo cine documental” igual “video documental”. Creo que otra de las cosas que aparecen fuertemente, que vos me decís que vos ves por internet, hay muchas maneras de (¿). En realidad continúan las mismas tradiciones del documental histórico latinoamericano reformulándose, cruzándose… en la década del 70 existió un cine político, estrictamente político, como coexistió con un cine social, documental social. Como coexistió con un cine documental antropológico. El cine antropológico ¿tiene contenidos, visiones, lecturas políticas? Y, sí, las tiene. El cine social, ¿tiene? También. Entonces son categorías que sirven para el análisis, sirven para armar catálogos, pero que… son útiles en algún punto, me parece que no tiene mayor sentido que uno empiece a profundizar… En todo caso podemos hablar de qué puede ser denominado el nuevo cine documental político en Argentina, que es un poco el que se está trabajando desde estos grupos: Alavío, Boedo, Cine Insurgente, Indymedia Video…
- ¿Y ustedes dónde se ubicarían dentro de todos estos grupos, Boedo, Alavío, ustedes se ubicarían en el mismo universo o estarían formando otro conjunto de grupos?
- Para mí Indymedia Video, ese proyecto, tenía que ver con Alavío, o Cine Insurgente. Continuadores no porque coexistimos…
- Me refiero generacionalmente…
- No. Creo que hay una coexistencia, Fabián es un referente, porque justamente hace varios años que él empezó con esta propuesta, este proyecto, pero es coexistente, yo no creo que sea continuador. Por el hecho de que cuando empezamos con Indymedia Video yo no conocía bien Alavío, entonces no hay tampoco una continuación. Porque de hecho sigue existiendo Alavío, entonces era como…
- Películas sobre el 26 de junio hubo varias…
- Hubo tres. Por lo menos.
- Vos señalaste esta que hicieron ustedes, también está la de Alavío, ¿cuál sería la identidad de la que hacen ustedes? ¿es distinta?
- Puntualmente Piquete Puente Pueyrredón para mí conjuga dos o tres elementos. Uno, una búsqueda de experimentación formal muy fuerte, que estaba muy presente en el grupo donde trabajamos. Como toda experimentación tiene sus logros y tiene sus errores, consigue algunos objetivos y otros no. La experimentación se daba tanto en el tratamiento de la imagen como en el plano narrativo. Otro elemento fuerte es tratar de contraponer la imagen o la visión que dan los grandes medios de comunicación sobre lo que pasó el 26 de junio con una mirada y una visión propia de los protagonistas, desocupados, de los movimientos que sufrieron la represión, que no tenían salida en otros canales.
- Eso me parece que todos los grupos tienen ese…
- Sí, sí. Para nosotros era central. Esos 20 días locos de internarnos a editar era uno de los ejes. Eso, qué sé yo. Es interesante, los grupos superaron un primero momento, de definiciones, diferencias, etc., llegamos a plantearnos que había que mostrar unos materiales, intercambiarlos, circular. Me acuerdo que el FELCO, el Festival Latinoamericano de la Clase Obrera que hizo el Ojo Obrero, propuso una actividad que fue muy interesante, la exhibición simultánea de los tres materiales. Entonces fue un ejercicio realmente formal en un momento, estético. Qué ocurría, y también qué miradas políticas había en los tres documentales. Yo creo que nosotros, como realizadores, no volcamos una mirada demasiado personal en un punto en el video. Como que el cierre de qué fue lo que pasó el 26 de junio intentamos dejárselo a los espectadores. Creo que esa es una diferencia importante con el que hizo Alavío y el Ojo Obrero. Tanto el de Alavío como el Ojo Obrero tienen un punto de vista bastante explícito desde el punto de vista de los realizadores acerca de qué fue lo que ocurrió y qué cosas hay que debatir a partir de lo que ocurrió.
- Más directivo.
- En ese sentido, claro. Nosotros tratamos de no ser jueces. Aunque tenemos nuestro punto de vista, creo que está muy reflejado, justamente, por los elementos narrativos y formales que utilizamos, evitamos concluir. Más allá de lo que es la secuencia final que es como que marca nuestro lugar.
- Más quieren ahora mezclar una fotografía del movimiento (¿)
- Sí. Mucho más complejo que una foto. Pero sí, tal cual. Y en ese sentido, por eso me parece que esto es “nuevo” documental. Esto es algo llamativo, interesante, el cine de los 70, el cine político de los 70 era un cine muy expositivo, reclamativo, directivo, que te decía explícitamente, con una voz en off, externa al relato interno, cómo había que leer y cómo había que entender lo que se estaba viendo. Un plano formal narrativo era una característica muy fuerte, la Hora de los Hornos, Gleyzer, Cine de la Base… El video activismo, yo lo llamo así, en la Argentina, impulsado por proyectos políticos muy parecidos a los de los 70, el Ojo Obrero, Contraimagen, Cine Insurgente, el mismo Alavío, Boedo Films, que viene de una corriente marxista, del MAS, se replantea esto, y ya no vuelca voces en off que cierran la comprensión del audiovisual. Esto es una transformación narrativa y técnica y estética, que para mí habla del cambio de época. Ahora lo que importa es qué opinan, qué dicen, qué hacen, los protagonistas de las películas. Y eso es lo que hacen la mayoría de los videos. Nosotros, cuando hicimos Piquete Puente Pueyrredón, intentamos dar un paso más allá, éramos todavía muy estudiantes, un marco no muy maduro, para nada maduro, pero intentamos dar un paso más allá, y es que qué hace, qué opina, tenía que ser el resultado de una relación entre los protagonistas y el espectador. Que la conclusión, la lectura sobre qué estaba ocurriendo tenía que resultar de la relación entre protagonista y el espectador. Ese era un poco nuestro objetivo estético, narrativo, formal. Funcionó con algunos espectadores, no funcionó con otros. Es una limitación del video, en algún punto. Igual yo creo que con el video de Alavío y del Ojo Obrero pasa lo mismo. Y a la inversa, lo que funciona en Piquete Puente Pueyrredón para algunos
(archivo Indymedia2)
que justamente esa construcción narrativa que hace Prelorán, donde justamente el que cuenta la historia, el que le da estructura al film es el protagonista del film, está su voz grabada en primera persona, tenía efectos políticos profundísimos en el espectador. Cuando se trataba de un sujeto que está excluido de toda representatividad posible. En los grandes medios, en la cultura oficial. O sea, cuando se le da permiso a un campesino, a un indígena, a un desocupado, a un mapuche, a un excluido, para hablar y contar su historia, y esta historia cierra, permite visualizar que en esa vida hay una existencia y una mirada sobre el mundo, y una razón de vivir, y un derecho a vivir. El efecto político es profundísimo. Tal vez mucho más adecuado al cambio de muchos paradigmas políticos, donde ya no tantos espectadores suscriben a proyectos políticos cerrados que explican la existencia social e individual. Entonces la posibilidad de encontrar en una persona, que es una persona sencilla, que no tiene la verdad revelada, o no sabe sobre teoría del estado o teoría de la revolución, pero que está desarrollando su lucha, desde su verdad, desde su cosmovisión, desde su lugar, hace que uno se plantee cosas diferentes como sujeto ciudadano. En alguna gente generará compasión, lástima, solidaridad, en otros también un replanteo de su propia posición en el mundo. Cómo es que cada uno y cada una va llevando adelante su propia lucha por cambiar el mundo en que está o por llevar adelante un proyecto de vida sustentable, armonioso, solidario… Entonces digo, justamente, qué interesante cómo el nuevo video activismo, que se proclama heredero, se autoproclama, es un factor interesante, yo me autoproclamo heredero del cine político de los 70. 60, 70. Pero digo, hay que reformular el proyecto y el planteo. Porque toda la sociedad va cambiando y hay nuevos elementos. Esa es mi visión, yo no se la trato de imponer a nadie, simplemente la planteo, la discutimos, y se charla. Pero me parece súper interesante. Por eso, nuevo documental argentino… fijate que en realidad no es tan nuevo, o los factores que lo hacen nuevo son muy complejos, no hay un solo factor. Son las nuevas tecnologías, es el nuevo público, la emergencia de un público, es un factor inevitable, que en un punto parece explicar la emergencia de este cine. Si no hay alguien que quiera ver estas producciones no hay producción.
- Y el público cambió en todo el mundo, de repente hay en las masas, un interés mundial por la crisis.
- Totalmente.
- ¿Qué pensás vos de documentales como los de Michael Moore o Solanas? Y el efecto que tuvieron en el mundo
- Michael Moore no la vi. Bueno, tal cual, el otro elemento me parece que tiene que ver con la crisis política, económica y social en todo el mundo. Creo que la película de Michael Moore es un poco el resultado de eso. Otro factor: qué rol ocupan los medios de comunicación frente a la crisis mundial. Estamos en un nuevo orden mundial, etc., pero otros elementos del pasado, tenemos guerras de conquista, guerras de ocupación, son guerras coloniales, son guerras de conquista de recursos estratégicos para la economía globalizada y la economía del primer mundo… Las hipótesis están hablando, no sé, de ocupaciones militares en América Latina para tomar control sobre el acuífero guaraní, el agua en América Latina. Son como hipótesis que hace 30 años eran como de ciencia ficción y que hoy en día ya no son tan de ciencia ficción.
Entonces hay una crisis política, económica, social y cultural en todo el mundo. Eso es un contexto donde surge todo esto. Esto genera mucho interés en mucha gente, o un despertar del interés en mucha gente por pensar la política, la sociedad, la economía, la cultura. O sea, hay que repensar el mundo en que estamos viviendo, porque está por estallar todo. Y estalló, en la Argentina estalló, en Irak estalló, en Yugoslavia estalló… Es como que la crisis es real, está viva. Y no tenemos elementos cerrados para pensar esa crisis, entonces eso hace que surja la discusión, el debate, la necesidad de intercambiar opiniones, visiones, heredando, recuperando, en gran medida, una vieja tradición de discusión y de programa, y de acción, pero reformulándola, porque el mundo es otro. La revolución tecnológica, lo dice el marxismo, antecede, o genera cambios en la superestructura, en la organización de la sociedad, en la organización del trabajo, y estamos en medio de una crisis tecnológica, crisis como transformación. Digo, todo esto, me parece, el rol de los medios de comunicación potencia en gran medida la emergencia de grupos autónomos, independientes, etc. Creo que la película de Michael Moore refleja esto en el mainstream, refleja como esta preocupación, esta convulsión de la conciencia globalizada, refleja tal vez, digo, un poco de estupor frente a la nueva política del estado norteamericano, del imperio, que está generando verdaderamente una crisis, en algún punto, dentro mismo de Estados Unidos, porque Estados Unidos se ha transformado en un estado terrorista, que tortura gente, que tiene presos desaparecidos, que nadie sabe dónde están, que no firman los tratados internacionales de paz… es un estado verdaderamente jodido, y me imagino que en Estados Unidos esto está generando mucho conflicto y mucha crisis. Que lo haga Michael Moore, que viene haciendo documentales muy interesantes, con un nivel de producción espectacular, hablando sobre, o sea, ¿su protagonista cuál es? Y, George Bush. También la circulación de un documental en gran medida tiene que ver con el protagonista de un documental, y la relevancia de ese protagonista. Más allá de que el documental sea interesante o no. Entonces esto le da mucha movilidad, mucha circulación a ese material, me parece. Y también todos los factores, que le dan el premio en Cannes, que es una manera de la crítica europea de sentarse frente a la cultura hollywoodense, norteamericana…
- ¿Se podría resumir un poco que un grupo como son ustedes, u otros grupos que hay, hay que usar los medios masivos para difundir?
- Está bueno tu planteo. Yo creo que hay que usar todo, que todo es válido, en un punto. No digo que el fin justifica los medios, para nada, pero que sí uno puede tener planteos estratégicos y utilización táctica de los medios. Eso me parece que es un concepto que cada vez más vamos a lograr que sea hegemónico. Que es válido justamente la acción de cada uno y cada una en el lugar donde está y como pueda. Por ejemplo, con los mapuches, interesante eso, como otro paso, de desarrollo. Con los mapuches, ya te digo, empezamos, miedito, filmando, con una camarita que no andaba… salió el video, circuló por el circuito de activistas. A través del video en realidad entramos en contacto con la organización 11 de Octubre, Indymedia, otros compañeros de Indymedia empiezan a tomar conocimiento y contacto con lo que estaba pasando con (¿) y las comunidades mapuches del sur, como les comentaba, surge Pueblos Originarios en Indymedia, empieza a circular la información, la imagen, la visión de los mapuche… al principio vos llegabas, te imaginabas que eran indígenas olvidados en la mitad de la montaña. Y no. Hay de todo. Nos vamos acercando a esta realidad, producto de lo cual en Indymedia comienza a circular información, hay un montón de sitios de contra información mapuche en el mundo, empiezan a replicarse las informaciones, circular más… Bueno, terminaba un compañero mío, Sebastián, nuevamente, sumándose, en un punto, y reformulando de alguna manera el proyecto de contra información de los mapuches. Entonces una de las cosas que hicimos, nosotros continuamos con el proyecto alternativo. Pero Sebastián a través de un montón de relaciones que teníamos con Indymedia, entra en contacto con Punto Doc, el programa este de Miriam Lewin, producido por Daniel Otero. Entonces llegamos a un acuerdo con Punto Doc, a Punto Doc le sirve, le gusta, el tema. Benetton vende, entonces dice hagamos un programa sobre Benetton y los mapuche. Entonces llegamos a un acuerdo de co producción, ellos nos financian a nosotros un viaje que queríamos hacer, de hecho, al sur, recorremos varias comunidades, yo voy filmando, Sebastián y Hernán van haciendo la producción periodística, cada uno por su cuenta. Un equipo que se arma y se desarma. Y esto funcionaba como pre producción o como investigación filmada para una producción que ellos iban a hacer. Entonces terminamos conectando Punto Doc con la organización 11 de Octubre, haciendo nosotros una producción alternativa, dándoles nuestro material, porque después la mitad o algo más del programa estaba hecho con mi cámara, filmando yo y saliendo mi imagen, o sea lo que yo estaba filmando, en un medio masivo. Y lo de Punto Doc logró dar un alcance masivo a una problemática que ya estábamos instalando en los medios alternativos.
- Una pregunta ¿el programa Punto Doc es un programa en cable?
- No, en canal 2.
- Pero ¿no se sienten explotados? Porque con que ellos les paguen solamente el viaje y ustedes hagan todo el trabajo de investigación, de filmación, de contactos, que ellos seguramente los siguen usando, para que ellos les paguen los 200 pesos para el viaje y el material, que tampoco es mucho.
- Y, sí. Igual a mí me servía.
- Por eso te digo, ahí me parece que empieza a encontrarse un punto de falta de legitimación para trabajar con los medios masivos.
- Bueno, pero por un lado, me siento explotado en términos de lo que ellos pagan a sus operarios, a sus operadores por hacer el mismo trabajo. No me siento explotado desde el momento en el cual yo, como independiente, acuerdo con ellos que se me pague un viaje al sur, la cámara, los casetes, etc., que era un costo que yo no podía suplir en ese momento. Entonces en ese sentido a mí me sirve, porque el material es mío. Yo después lo que hago con ese material, no le rindo cuentas a nadie.
- Porque vos habías acordado que vos te quedabas con el material.
- Claro. Mi material se los entregué, ellos editaron su video, después me lo devolvieron. Entonces es mi material, no es el material de Punto Doc. Qué haga yo después, incluso qué haga con el video de Punto Doc si lo quiero incluir en mi propio video, es problema mío. Te contesto tu pregunta puntual. Igual, sí, se nos utiliza, como mano de obra barata, eso desde ya, está clarísimo. Pero en Indymedia siempre pasa, cualquier periodista profesional que utiliza Indymedia, toda la información que circula por Indymedia, sin pagarle nada a nadie, también está encontrando medios de pre producción que de otro modo tendría que pagar. Porque cualquier agencia, cualquier proyecto de periodismo profesional o independiente te cobra por el trabajo que hace. Y vos en Indymedia lo encontrás todo gratis. Que es una de las condiciones de posibilidad de Indymedia, para que la gente que no puede pagar pueda igual acceder a esa información. Yo con Indymedia nunca cobré, es así. Materiales míos han circulado por televisión, lo de la masacre de Puente Pueyrredón. No tengo las herramientas profesionales, etc., para hacer un juicio a un programa de televisión que me robó imágenes de la masacre.
La otra parte de tu pregunta era, si me sentía explotado…
- Eso. Porque para adentro también hay…
- Perdón, te contesto: eso en términos económicos, materiales. Para mí era un intercambio que me servía. Y por otro lado, en realidad el objetivo era político, no era económico. El objetivo era que la problemática mapuche se instalara en la agenda de los medios y en la opinión pública. Un tema nacional. Entonces el objetivo era militante.
- No cabe muy bien con la idea de hacer contra información, porque contra información debe decir que hay un rechazo de los medios masivos. Y en ese caso se empiezan a mezclar dos cosas que en general con completamente diferentes.
- Mirá, es súper interesante el debate. Si estuviera Claudio Remedi acá podríamos debatir bastante.
- Claro, Claudio Remedi está muy claro que no se vende para nada, y se vende por el precio que cuesta, y que cobran otra gente en los medios masivos.
- Totalmente.
- Tiene ese punto de vista. Otros directamente no venden nada a los medios masivos.
- Totalmente. Nosotros no vendimos nada al mundo masivo, nos han robado material. Pero, por ejemplo, Claudio Remedi, en cada reunión que se hace de grupos y realizadores, plantea, en realidad, compañeros, el objetivo es tomar ATC. Y yo te planteo, ¿qué es mejor, lograr el proyecto de comunicación alternativa y de contra información, tiene que ver con que nuevos sujetos sean emisores de contenidos y puntos de vista, etc., o con construir un medio o tomar un medio centralizado que emita reproduciendo la estructura y la lógica de los grandes medios de comunicación? Es un problema de forma y de organización, sin embargo es muy político. En Venezuela, por ejemplo, es muy interesante lo que se está dando ahora, uno de los primeros pasos que da el gobierno de Chávez para enfrentar el bloque monolítico de las empresas (¿) que son los que le dan el golpe, el golpe mediático, es potenciar los canales alternativos de comunicación. Porque una de las cosas que se supo en Venezuela, de la experiencia, es que la información circuló más rápido y más eficazmente para movilizar a los sectores populares a través de los medios alternativos. Y por otro lado, porque en realidad políticamente enriquece y fortalece a las organizaciones y a los sectores populares, tener medios de comunicación. Para que no tengas que depender de que venga otro, lejano, inalcanzable, inaccesible, a contar tu historia. Entonces este es un debate súper complejo. Yo no estoy por tomar ATC. Claudio Remedi, sí. Yo digo, son complementarios. Porque cuando vos tomes ATC, discutamos qué hacemos con ATC. Pensemos juntos cómo construimos un ATC distinto al ATC oficial. Ahora, en ese mientras tanto, yo creo que hay que apostar más a la construcción de nuevos medios, y de nuevos sujetos emisores. Y que ese es el proyecto a largo plazo y estratégico. Para que los medios de comunicación de contra información sean más útiles, más eficaces, y se correspondan más, también, con la emergencia de nuevos sujetos. Porque por ejemplo, para la izquierda tradicional, los pueblos indígenas toman un lugar en el esquema de la lucha de clases y la revolución. Y hay que ver qué piensa la 11 de Octubre sobre el lugar que le asigna la izquierda tradicional en el proceso de lucha, y organización de su pueblo. Entonces yo quiero saber qué opinan ellos, sobre qué objetivos tienen, qué estrategias se proponen, qué tácticas están desarrollando… Me interesa más saber qué opinan ellos, ayudarlos a que ellos digan, en todo caso, lo que ellos quieren decir, que potenciar que vaya un corresponsal de ATC o de Punto Doc a hablar sobre los mapuches. Ahora, en términos tácticos, fue muy fuerte, creo que fue un logro de la contra información lograr que Punto Doc instale el tema mapuche en la opinión pública. Porque no lo hicimos con objetivos ni profesionales ni económicos. No es que yo entré a trabajar en Punto Doc. No era para entrar, hacer mi laburito, te lo hago gratis y después contratame. Era un objetivo político. Estaba muy pensado y razonado con la misma 11 de octubre. Entonces fue una utilización táctica de Punto Doc. Así como Punto Doc nos utilizó económicamente, si querés, nosotros lo utilizamos políticamente. Y me parece que es válido. Como me parece que es válido otro proceso. También es válido tener un programita en Cablevisión, donde puedas darle difusión a los materiales, y de esa manera ampliar el público, ampliar la posibilidad de que nuevos realizadores y productores surjan. Como hay ahora, por ejemplo, ahora están surgiendo proyectos de televisión comunitaria. Concretamente estoy armando justamente como un grupo, un espacio de producción para proyectos de comunicación alternativa, con una amiga mía que se llama Marilina, que es compañera de Indymedia, también… Y uno de los ejes temáticos que estamos trabajando es el tema de los mapuches. El otro eje temático es Nuevas tecnologías y activismo comunicacional. Son estos dos puntos, por un lado el eje temático territorial, por así decirlo, y por el otro lado, los nuevos grupos, los nuevos productores…
- Lo global.
- No, no, acá, en Buenos Aires, en Argentina.
- No, está bien, pero con una perspectiva global.
- Desde una perspectiva, sí, global, internacional, siempre me gustó más a mí decirlo, pero sí, es global.
- ¿Esto…?
- Sí, sí, es para ustedes.
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